martes, noviembre 18, 2008

Domingo Infantil en el Centro de Arte La Estancia
























Un fin de semana lleno de jazz, virtuosismo y genio infantil

Talentos de todas las edades –desde curtidos maestros del jazz latino hasta avezados violinistas de 4 años- hicieron de PDVSA-Centro de Arte La Estancia un escenario para el deleite de los más diversos gustos, durante un fin de semana que rebosó de originalidad y calidad interpretativa.

El viernes 14 de noviembre, a las 7 de la noche, los miembros del grupo Cacri Jazz hicieron caso omiso a tradiciones y pautas establecidas, con una puesta en escena irreverente, decididamente experimental. Cada pieza de esta banda, liderada por el saxofonista Rafael García, es un salto al vacío en el que no se premeditan cálculos ni se eluden riesgos estéticos. De pronto, vimos a García soplar dos saxos al unísono; a su bajista rasgar las cuerdas de su instrumento con cilindros de latón, improvisando sonidos inverosímiles, espectrales; los vimos clamar y recitar, al son de solos de batería y flautas indígenas; en fin, una música iconoclasta, sin pedigree, que volvió añicos paradigmas y convenciones artísticas.

A día siguiente, a las 4 de la tarde, volvieron la calma y la ductilidad del jazz latino con Alberto Naranjo y su Latin Combo. En compañía de consagrados como Benny Brea (saxo) y Carlos Rodríguez (bajo), Naranjo derrochó clase y virtuosismo con sus timbales, e hizo un recorrido por momentos y figuras estelares de este género musical: Thelonius Monk, Tito Puente, Charlie Parker, Dizzie Gilliespie y Cole Porter. Tampoco faltaron clásicos como Bésame Mucho y De Repente. Con respecto a su aventura en la tarima estanciera, Naranjo comentó: “había venido muchas veces como espectador; había disfrutado aquí muchos momentos especiales con los grandes de la música venezolana; ahora me tocó, a esta edad que tengo, debutar en este emblemático sitio de la Gran Caracas”.

Añadió Naranjo –creador del legendario Trabuco Venezolano y considerado junto a Gerry Weil uno de los gigantes del jazz nacional: “No me gusta que me llamen Maestro; eso crea una distancia que jamás he tenido con el público; me encanta la sabrosa informalidad que se respira en los conciertos de La Estancia: hacer la prueba de sonido frente a los espectadores, que te aplauden desde el primer minuto del ensayo hasta la última nota del concierto”.

El domingo 15, en el tradicional concierto matinal de las 11, Emmy Herrera, eximia cantante zuliana, hizo gala de una inusitada versatilidad en escena: bossa nova, pregones maracuchos, merengue caraqueño, boleros y jazz de la época dorada fluyeron por el torrente de su voz, de cuyo cauce manó por igual Chega de Saudade y Vieja Caracas. “Me encanta cantar en este jardín de las artes. Hay aquí una magia difícil de explicar. Y esa magia no abarca sólo música. También se expresa en la labor social y de rescate patrimonial de esta institución”.

Finalmente, el Sistema Orquestal Endógeno Infantil, bajo la dirección del profesor William Zárraga, mostró en escena a las futuras estrellas de la música académica. Niños y niñas –entre 4 y 11 años- exhibieron sus dotes para el violín, el cello y la flauta dulce. “El Sistema Orquestal Endógeno Infantil es una asociación civil creada hace tres años para dar formación musical a infantes de escasos recursos. En el concierto de hoy vimos brillar a pequeños y pequeñas de El Valle, el Barrio Los 70, La Pastora, Puerta de Caracas y el 23 de Enero. Hemos firmado un convenio con PDVSA-La Estancia que ha permitido a cada uno de estos niños tener en sus manos un instrumento de alto nivel. También hemos recibido apoyo de la Alcaldía Mayor de Caracas y los consejos comunales de las zonas involucradas”.

La agenda de conciertos de PDVSA-la Estancia se reanudará el próximo 27 de noviembre, a las 7 de la noche, con el Viernes Alternativo que protagonizarán Los Chevynova. Los días sábado 22 y domingo 23 no habrá los tradicionales conciertos de 4:00 p.m. y 11:00 a.m. –respectivamente-, en atención al evento eleccionario que se llevará a cabo ese fin de semana.